Después del eclipse...


La Luna

La Luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía.
Un pedazo de luna en el bolsillo
es mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que lo sepa nadie
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir.
Pon una hoja tierna de luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.

Jaime Sabines.
México. (1926-1999)

Comentarios

La Hetaira ha dicho que…
Como hija de la luna, de Hécate y de Lilith se me ahce interesante escuchar este poema en boca de su autor... ahora lo comparto con vos

http://www.palabravirtual.com/index.php?ir=ver_voz1.php&wid=131&p=Jaime%20Sabines&t=La%20luna
Alberto ha dicho que…
Hola, está bonito tu blog, !plas,plas,plas!

Entradas populares