Danza infinita

Luis gustavo

Las palabras pierden sentido a la hora de la despedida definitiva. Aceptar la ausencia súbita de alguien es casi imposible. Hubo que decir adiós a un ser bendecido por la alegría y el don de gentes. Luis Gustavo fue Maestro de maestros y amigo absoluto de quienes tuvimos,aún por breves momentos, la fortuna de disfrutar de su compañía y su risa.

Gustavo, dónde estés, baila por nosotros… ¡Que la curramba jamás se detenga!

 

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