Maribel Sánchez-Pagán
Cada libro es un tesoro descubierto. “Ese hombre” texto escrito por Maribel Sánchez-Pagán, es un viaje a través de lo carnal hecho poesía. Finamente tejidos, los cantos de este libro esbozan al amado (¿Amados?) en su corporeidad, desde la mirada de una fémina que nombra las cosas sin ambages, que ejerce su derecho al placer y al conocimiento, transgresora del deber ser que impone la añeja norma patriarcal.
En la voz de la autora, que escribe y conjuga al Otro en su propia entraña, hallé resonancias, ecos de tantas mujeres confinadas al silencio que han preferido arroparse y morir ahogadas, en lugar de hacer palabra –como lo hace Maribel- el mundo plagado de matices que las habita y circunda simultáneamente. Eros juguetea, cambia de forma, lugar y tiempo; es parte fundamental, alimento constante en el diálogo sostenido a ratos con el Amado, a ratos con el lector, en todos los versos.
“Aprendiz del fuego” la poeta parte del encuentro de las pieles y combina diestramente lugares, semblanzas de otros bardos, recuerdos de la infancia, mientras nos recrea con la fuerza arrolladora de su escritura.
Elsa Sanguino.
Canto I
Ese hombre que no es mío
está sentado
(con mucha luz)
parece que reza leyendo a Marx.
Yo
parada
lo miro sin mirarlo
con deseos de desnudarlo frente a todos
de abrirle los ojos tan tiernos
le rozo
trato de mirarle el torso
sabe que lo deseo
sabe que me muerdo los labios cuando me mira
sabe que muerdo
sabe que podría seguir leyendo mientras lo monto
Pero
no me permite tocarlo
prefiere que lo mire
(con toda esa luz)
y lo siga deseando
por los siglos de los siglos
amén.
Canto VIII
quiero jurarte muchas veces
que le he perdido el respeto a la distancia,
a los teléfonos, a la electricidad,
y al velocidad de la luz,
he encontrado en los relojes de arena
la esencia del tiempo que nos separa
he perdido el respeto a los templos,
a los lugares sagrados, a las calles vacías,
a los manuales de hágalo sin equivocarse
he perdido el respeto a ser normal
como los perros
prefiero lamer orejas contemplando tu rostro en la esquina
con la sabiduría de saberse
pegada al tobillo de tu parte
reclamando como los súbditos piedad,
piedad para este cerebro que sangra
para esta multitud de adioses y pérdidas
para este corazón de flores secas,
de sándalo, medias lunas y soles
he perdido el respeto a los libros sagrados,
a los electrónicos, a mi teclado
y a mi pelo rizado que sobre tu desnudez arropa
la parte innombrable que me pertenece
por irrespetuosa
Canto XIV
contigo bailé la danza de los pájaros
cuando se pararon el tiempo y los relojes,
el ritual me atrajo
como el amo a su ruego
ese ir y venir de alas
como el orgasmo al unísono
ese dar y no dar
como acercarse y marcharse
sentir tu deseo sobre mí
caminando calles,
desconcentrada,
puse huevos de gallina
después de tanta danza,
no me amabas
te faltaban agallas
entonces,
la danza fue un río
te me metiste en las entrañas
saliste volándote, pájaro, bailarín,
presa de tu abandono
espero palabras salidas del alma
pero,
te falta corazón para pronunciarlas
Maribel Sánchez nace en Barranquitas, Puerto Rico el 11 de junio de 1961. Cursó estudios en la Universidad de Puerto Rico donde obtuvo un bachillerato (Licenciatura) en Estudios Hispánicos y Maestría en Ciencias de la Información en la misma institución En 1985 (Estudios) Semestre de Primavera en el Centro de Estudios Fundación José Ortega y Gassett, Toledo, España.
Ha publicado en las siguientes revistas: Triángulo, (1981), Filo de Juego (Vol. 1 y 2, 1984), La otra columna, (1984) y en Palabra sitiada:estearbitrariocolách,(1984). Ese hombre (2006), es el primer libro que publica
Reside actualmente en Tampa, USA.
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