FASHION EMERGENCY

 

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El vestido puede ser tomado como indicador social. El vestido es adorno, status para unos, para otros solo protección. Una voz atronadora dijo ¡Cubre tu desnudez! y ya no fue suficiente la humilde hoja de parra. Se inventan transparencias, se ocultan defectos. Simulación. El cuerpo convertido en escaparate. Los fashion freaks palpitan entre sedas, costuras, algodones, micro fibras, transformados en eruditos. Ciudades como París, Londres, New York, Madrid dictaminan cuáles colores, cortes, encajes van a cubrir al resto de la humanidad durante pocos meses. De la alta costura al prét-a-porter, el ready to wear: listo para llevar disponible en los grandes almacenes. Las maquiladoras o costureras a bajo costo, adocenadas en galpones insalubres de países del tercer mundo, hilvanan piezas que jamás llegarán a usar.

¿Estar a la moda o no? Ciertas prendas requieren, en el mayor de los casos, ajustarse a la fantasía de cuerpos ideados a capricho por el último gurú de la pasarela.

El corsét, instrumento de tortura que aprisionaba hasta la asfixia la rubenesca anatomía femenina a finales del siglo XIX, fue desechado por una atrevidísima, para su momento, Coco Chanel, y cuya influencia aún se siente. Cuerpo libre, cuerpo sano.

No existen los corsets pero las costillas falsas o flotantes sucumben al imperio del bisturí. Senos grandes, senos chicos, falsos bustos hoy y mañana, cambian su perfil gracias a los avances tecnológicos de la industria de prótesis mamarias. Y si la economía no da para un paseíllo por el quirófano, bien servidas están ellas con la variopinta oferta de sostenes con silicona, agua, inflables, con varillas, con o sin tiras, perfecto ejemplo de los alcances de la ingeniería hidráulica en combinación con la corsetería fina. Del calzón cuello tortuga al hilo dental, la estética de las carnes.

Descendiendo de la cintura a los pies... Tacones y plataformas de 15 cm., objetos para el equilibrio, el tongoneo, la seducción y la alegría de traumatólogos y ortopedistas. Botas hasta la rodilla en ambientes a 38°C., pies desnudos en pleno aguacero. ¿Contradictorios o extremistas?

No sólo las mujeres sucumben a la tiranía. Los hombres han pasado lo suyo en el proceso de aggiornamiento de la figura. Piel de oso devenida en traje de dos piezas. Los pantalones, según algunos entendidos en la materia, no son en realidad cómodos dada esa parte colgante de la anatomía masculina. Saco y corbata, ésta última extraño adminículo que recuerda la soga del ahorcado. De cualquier modo para Evas y Adanes el veredicto final: ¿Estás IN o OUT?

El fanatismo y la desgracia. Estar fuera contexto en lo que a vestuario se refiere puede ser tan nefasto como una tara de familia. Felices los perros que no se visten aunque algunos dueños insistan en disfrazarlos...

Elsa Sanguino

 

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